El pasado año justo al terminar la temporada de carreras del campeonato WSBK en Qatar estuve hablando con mi amigo Fernando Marmolejo (un verdadero crack en esto de la fotografía deportiva), me llamó mucho la atención sus fotografías con una nueva máquina que no era su «aferrada» Nikon, lo primero que me dijo es… -¡¡tio tienes que probar esto, con lo que tu haces lo vas a flipar¡¡, hablo con los de marketing y que te llamen-,.
Así fué, el mismo día recibí una llamada y tras un buen rato de charla me mandaron un equipo completo con las necesidades que yo tenía sin ningún tipo de compromiso para testear, al principio tengo que reconocer que estaba completamente perdido pero conforme utilizaba la cámara y sus prestaciones más me gustaba, nada que ver con mi anterior equipo Canon.
Analizando la situación, trabajaba con DSLR y os aseguro que no hay diferencia con la micro 4/3 e incluso me atrevería a decir que mejor en cuanto a nitidez, pantalla giratoria, se acabó disparar a “cascoporro”, ahora no pierdo vista de encuadre a ningún disparo por no hablar de sus 19 fps al estilo de una AK47, wifi y app tanto para utilizar como disparador como para importar al móvil pudiendo hacer una preview y seleccionando previamente y haciendo carreras es un ahorro vital de tiempo por no decir que he ganado en salud, cosa que para mi es más que un punto a favor, llevar un equipo pequeño y compacto con poco peso y durante tantas horas al día sin que pese más de 5 kilos, ¡no sabéis el gustazo que da!.
Alguna vez he leído por más de una RRSS -cuando pasas la fase de querer aparentar y ser práctico-, obviamente no digo que todo el mundo sea de esa condición pero hay que pensar en todo y mis dolores de espalda me lo están agradeciendo… en esto de la fotografía deportiva hay que contar muy mucho con el factor climatológico y tanto el cuerpo de la #OMDM1MII como sus lentes están preparados para ir literalmente a la guerra y si después de sopesar todo esto y ver el precio del equipo en comparación a lo que tenia ya era blanco y en botella, estando tan jodida esta profesión y perdón por la palabra pero es así, es imposible invertir 5000€ en un nuevo cuerpo de cámara, cuánto antes se amortice la inversión mejor = a pasta.
Así que después de toda esta parrafada que os cuento y de tener un magnifico trato, llegamos a un buen acuerdo de colaboración mutua para ambas partes decidí hacer el cambio a Olympus.
Desde que lo hice sólo tengo palabras de agradecimiento tanto a David Gramage como a Martín Tito. Formar parte de esta familia seguro me hará mejorar como profesional no sólo por la calidad de sus productos que son bestiales, su atención, predisposición y ganas de seguir creciendo son un extra de motivación para hacerlo de la mano para mi de los mejores porque… no sólo es cuestión de tener la mejor máquina.
Es la revolución de las “sin espejo” y cada vez el abanico en el mercado es más amplio y de igual o mejor calidad que “las grandes” así que…
¡tomen nota!.
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